Reflexiones de mi vida

jueves, 23 de diciembre de 2010

SE PROHÍBE Fernando Soto Aparicio "La noche del girasol"


Se prohíbe sembrar la discordia, no sólo porque es más fácil sembrar miosotis, albahaca o tulipanes, sino porque las semillas de la discordia hacen crecer árboles siniestros en los que acaban ahorcándose las esperanzas;

se prohíbe odiar porque el que odia produce – como las serpientes – su propio veneno; sólo que no se lo inocula a los demás, sino que se lo inyecta a sí mismo; 

se prohíbe prohibir las palabras que nos iluminan y nos conducen y nos definen como amor, amistad, tolerancia, respecto, convivencia;  

 se prohíbe rendir culto a la tristeza porque ésta es una yedra mala que termina por destruir el árbol que la acoge; 

se prohíben el pesimismo y la desesperanza, las maldiciones y los lamentos, las blasfemias y las afrentas, para que podamos reemplazarlas por la fe y la confianza, las felicitaciones y los consuelos, las exhortaciones y los elogios;

se prohíben la soberbia y la envidia porque la una nos llena de viento hasta reventar y la otra nos anega de bilis hasta la agonía;

se prohíben los brazos cruzados y las manos crispadas y los corazones de piedra, para que crezcan libremente los abrazos de generosidad y de ternura, para que las manos se abran como madrugadas de cinco caminos sobre el mundo, y para que el corazón dé una cosecha de entendimiento y de fraternidad que alcance para todos. 

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