Al igual que Pablo, reconocemos que se nos ha encomendado la comisión de predicar el Reino de Dios. Pero también tenemos presente que debemos aprovechar toda oportunidad para “impartirles algún don espiritual” a nuestros hermanos, tal como hizo Pablo (Rom. 1:11, 12; 10:13-15). ¿Cuál de estas dos labores es más importante? Las dos son igual de importantes. Son como las alas de un ave. Tal como el ave necesita ambas alas para volar, nosotros necesitamos llevar a cabo ambos aspectos de nuestro servicio sagrado para ser cristianos completos. Por eso, en vez de pensar que la comisión de predicar las buenas nuevas y la de fortalecer a los hermanos no están relacionadas entre sí, las vemos como las veían los apóstoles Pedro y Pablo: como dos labores complementarias

Nuestro Dios, además de consolarnos nos enseña, qué lindo me sentí al leer estas palabras de 1Tes 2:4, me encantó la ilustración del ave que necesita de sus dos alas para volar! Así como consolamos a las personas que están desparramadas como ovejas, tambien debemos estar dispuestos a consolar a nuestros hermanos, ambos aspectos son necesarios tal como lo son las alas de un ave para poder volar!
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