Tu propia bondad amorosa siguio sustentandome. Cuando mis pensamientos inquietantes llegaron a ser muchos dentro de mi, tus propias consolaciones empezaron a acariciar mi alma Sal 94:8
Un corazon quebrantado y aplastado, oh Dios, no lo despreciaras Sal 51:17
Meditar en estos dichos de verdad, me sirven de mucho consuelo en estos dias grises y me dan fortaleza para enfrentarme en el futuro a pruebas quiza mas severas. Se que de la mano de Jehova podre seguir adelante y el futuro que me espera es brillante.
Pobre de aquellos que hoy se confabulan contra mi para herirme y despedazarme, que mi Dios les pague segun sus hechos de maldad!
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