“EMPATÍA es sentir tu dolor en mi corazón.”
Cuando estamos desanimados o deprimidos, nos sentimos atraídos hacia quienes comprenden nuestras circunstancias y comparten nuestro dolor. Cuánto más nos atrae Jehová, un Dios sumamente compasivo que siente nuestro dolor y comprende mejor que nadie por qué lloramos (Salmo 56:8).
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