Qué doloroso es el que alguien nos impute malos motivos y tenga sospechas infundadas sobre nosotros, que nos pinte en falsos colores y vea en nuestro rostro una careta!
Pero qué alentador es saber que Dios conoce nuestro corazón, ve nuestros riñones y sabe quien somos en realidad!No existe mayor consuelo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario