sábado, 12 de junio de 2010
Lo que me tocó vivir
Veo familias unidas que adoran a Dios y comparten, veo hijos obedientes, veo familias que son amigas y se visitan unas a las otras, veo personas que hacen arreglos para divertirse un fin de semana, veo esposos que se aman y se respetan, veo tantas cosas que yo nunca he tenido ni tengo. Aún recuerdo aquel sábado 4 de enero de 1986 cuando con un corazón rebozante de alegría iba junto con mi esposo hacia las piscina de nuestro salón de asambleas, aún recuerdo que mientras salíamos del auditorio dije en mi corazón..por fín encontré la felicidad, voy a ser feliz junto a un esposo cristiano y criaremos juntos a nuestros hijos en la verdad. Pero lo que me tocó vivir fué diferente. Han pasado ya 24 años, veo una familia desunida que no comparte nada conmigo, veo hijos desobedientes y desamorados, no puedo compartir como lo hacen las familias cristianas, no se siquiera lo que es divertirme como ir a la playa o salir a comer porque la situación económica jamás me lo ha permitido, no tengo la familia que tanto soñé. Pero aún en estas circunstancias adversas continúe cultivando la amistad con mi Dios y aqui estoy, me veo como una de esas florecitas silvestres que nacen a veces en medio de las cenizas de un incendio y uno se queda sorprendido y dice cómo pudo nacer esta flor aquí? Es el milagro de la vida, yo formo parte de ese milagro, Jehová ha cuidado de mi en medio de tanta adversidad y hasta de la hostilidad de personas que son como lo fué Saúl para con David...he sobrevivido y todo se lo debo a Él y su organización a la cual amo como una madre. Es cierto que al ver a mi familia me siento triste y frustrada pero me causa gozo mirar atrás, y ver el camino que he andado y saber que si he pasado por él es porque Jah me traía de la mano, todavía falta un camino por andar y solo de su mano podré seguir adelante.
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